13.12.11

Feliz Navidad para los pacientes con Hemofilia B.

Los pacientes que padecen la enfermedad de Christmas tienen motivos para estar alegres. La enfermedad de Christmas o hemofilia B ha sido conocido a través del a historia. El primer caso fue reconocido como deficiencia del factor IX en 1952 y se denominó enfermedad de Christmas por el paciente, de diez años, llamado Stephen Christmas.

Un pequeño estudio donde es incluyo a seis pacientes con hemofilia B fueron tratados con un vector viral al que se le añade el gen del factor IX. El estudio fue conducido por Amit Nathwani y colaboradores en University College London.

Cuarto de seis pacientes dejaron de emplear profilaxis con concentrado de factor IX y los otros dos fueron capaces de ampliar el intervalo entre dosis. El concentrado de factor IX se utiliza con éxito como terapia de demanda (cuando se produce sangrado) y más recientemente como profilaxis (para que no se produzca sangrado), lo que ha incrementado la esperanza de vida media para los pacientes con deficiencia de factor IX a 63 años. Sin embargo, los costos anuales también se elevan, calculándose unos 150,000 dólares en caso de atención a demanda y unos 300,000 dólares en caso de empleo profiláctico, lo que constituye una limitante para su empleo masivo.

Este estudio indica que una sola inyección endovenosa de un adneovirus que contenga el gen del factor IX puede tratar a los pacientes con hemofilia B por más de un año. Aparte de las elevaciones transitorias de las enzimas hepáticas en dos pacientes, el procedimiento no parece tener ningún tipo de toxicidad aguda o toxicidad de largo plazo, según los investigadores.

Esta terapia génica tendría el potencial de convertir pacientes con hemorragia grave en leve o revertirlo por completo. Claro que se requiere de más trabajo para definir los beneficios como los riesgos. Este es el primer reporte que logra que la célula hepática, “infectada por el adenovirus con el gen del factor IX” produzca el factor IX en niveles que permitan reducir el riesgo de sangrado. En anteriores intentos la duración de la terapia génica había sido de corta duración, debido a la posible respuesta inmune de células T. Para evitar este problema, en esta ocasión han empleado un virus diferente, el adenovirus serotipo 8 (AAV8), que es menos frecuentemente empleado en seres humanos. El vector, AAV8, también tiene la ventaja de mostrar trofismo por la célula hepática, lo que permite su administración fácil, simple y segura a través de una vena periférica.

Los seis pacientes recibieron dosis crecientes del vector. Los dos primeros recibieron 2 x 1011 partículas virales por cada kilo de peso corporal, los dos segundos se le administro tres veces más y los dos últimos recibieron 10 veces más.

Los resultados fueron dependientes de la dosis. Los pacientes que recibieron la dosis más baja, en la actualidad tienen niveles estables de factor IX alrededor de 2% de lo normal. Uno de ellos ha suspendido el empleo profiláctico de factor IX mientras el otro ha ampliado el intervalo de dosis.

Los pacientes que recibieron una dosis intermedia tienen niveles de hasta 3% de lo normal, lo que ha permitido que uno de los pacientes tenga largos períodos sin profilaxis mientras que el otro ha dejado el tratamiento, pese a que practica deportes.

Uno de los pacientes que han recibido altas dosis logró niveles de hasta 7% de lo normal antes de caer a alrededor de 3% después de elevar las enzimas hepática, que fue alrededor de cinco veces el límite superior de lo normal. Fue tratado con prednisona permitiendo el retorno de las enzimas hepáticas a rangos de normalidad. Se mantuvo libre de profilaxis los primeros seis meses después de la trasferencia génica. Requirió concentrado de factor IX luego de trauma ocurrido durante un viaje.

El otro paciente logró niveles entre 8 y 12% de lo normal durante ocho semanas después de la transferencia génica y no recibió profilaxis a pesar de estar entrenando para una maratón. También tuvo una elevación transitoria de las enzimas hepáticas, aunque no alcanzó el límite superior de lo normal.

Este estudio es importante por evidentes razones. Confirma que niveles de factor IX más de 2% de lo normal pueden prevenir sangrado espontaneo, pero ya no por empleo profiláctico de concentrado de factor IX sino por transferencia génica. Esta terapia se espera mejore la calidad de vida de los pacientes con hemofilia B por tres razones; reduce el número de hemorragias y reduce la necesidad de terapia. Claro, que caso de trauma o cirugía siempre será necesario el empleo de concentrado de factor IX. Finalmente, el tratamiento de reemplazo con concentrado de factor IX es caro y con esta terapia génica puede reducirse los costos. Hay pacientes que llegan a requerir el equivalente a un millón de dólares de concentrado de factor IX para prevenir sangrado, por lo que esta reducción en la utilización de concentrado de factor IX se traduce en un ahorro de costos.

El trabajo ha sido publicado en New England Journal of Medicine y ha originado la publicación de comentarios en la misma revista con el titulado “Merry Christmas for patients with hemophilia B” El trabajo de investigación ha sido financiado por Amsterdam Molecular Therapeutics.

Articulo traducido gracias al Dr. Virgilio Salinas Rodríguez, médico hematólogo del Hospital Victor Lazarte - Essalud - Trujillo - Perú.